Ser feliz, es consecuencia de una determinación... Tu determinación

Somos responsables de nuestra felicidad. 

Así es, por más que tomemos el papel de víctimas en determinadas circunstancias somos los constructores de nuestro destino.

Ya había comentado sobre la pregunta que me hago frecuentemente: ¿qué quiero en mi vida? pues no siempre tuve respuestas inmediatas. Esa pregunta me resulta inquietante, me hace salir de mi zona de confort. Esa pregunta, me lleva a crear.

Hace algunos años creo en mi mente de manera constante mi vida, es un ejercicio, para mí genial y sueño en grande. Hacerlo me hace libre, a veces en días no tan afortunados cierro mis ojos y me voy a mi vida soñada, disfruto de un paisaje visual, auditivo y cenestésicamente, o disfruto de personas, de sentimientos.

Lo anterior, nos hace vibrar en una frecuencia alta, e inequívocamente van a llegar eventos y persona a nuestra vida que también vibran en nuestra frecuencia. Les digo algo: ¡¡Funciona!!

La vida es un privilegio, es un regalo divino. Si no tenemos motivación para cuidar de nuestra mente, de nuestro cuerpo de nuestra felicidad, igualmente prueba hacer el proceso inverso:

Comienza con la sonrisa. Sonreír tiene efecto inmediato en nuestro cerebro, es imposible estar en
estado depresivo cuando estamos sonriendo, se comienza a generar la hormona dopamina, conocida como la hormona de la felicidad, y se transmite la señal a nuestro cerebro.

Toma una postura erguida, levanta los hombros y notarás que mientras mantengas la postura de respeto a ti, será difícil, que tristeza se apodere de ti.

Consciente tu piel, usa maquillaje discreto.

Pon orden en tu closet. Vende o dona lo que no usas y compra ropa y zapatos nuevos.

En resumidas cuentas, ser feliz, es consecuencia de una determinación.

Te invito a invertir en ti: Te invito a comprar en donde hago realidad mis sueños, recuerda que la culpa al comprar se pierde al estrenar